Las gasolinas son mezclas de hidrocarburos utilizadas como combustibles en la automoción. Estas mezclas, tras la compresión en el motor, experimentan reacciones de combustión liberando gran cantidad de energía, que adecuadamente aprovechada por el motor se transforma en movimiento. La calidad de una gasolina se relaciona con la mejor resista la autodetonación (combustión prematura generalizada) durante el proceso de compresión  y con una combustión homogénea.  Este cualidad se mide con el octanaje. Cuanto mayor sea éste de mayor calidad es la gasolina. Las gasolinas de 95 octanos representan una mezcla de hidrocarburos cuya propiedades antidetonantes se asemejan a la de una mezcla del 95% de 2,2,4-trimetilpentano, mal llamado isooctano (compuesto poco detonante) y 5 % de n-heptano (compuesto muy detonante) .^*  

Los motores de los coches se denominan de explosión por este proceso químico de «quemado» de gasolinas con liberación de gran energía. La combustión pude realizarse como un proceso controlado que se propaga por la mezcla a una velocidad inferior a la del sonido, o bien como un proceso muy rápido, por encima de la velocidad del sonido, e incontrolado. El primero se denomina deflagación y el segundo detonación. La eficacia de un motor de explosión desde el punto de vista químico, depende entre otras cosas del tipo de combustión que se produzca siendo la deflagación el proceso que otorga máximo rendimiento.

* La escala de octanos otorga un 100 para el isooctano puro (poco detonante) y de 0 para el n-heptano  puro (muy detonante).